Ubicado entre las dos islas Pitiusas se encuentra el Parque Natural de ses Salines de Ibiza, un entorno lleno de historia que por su gran belleza se convierte en un destino obligado para todo viajero. Se extiende desde el norte de Formentera hasta el sur de Ibiza. Una vasta zona llena de belleza.
El mar domina el territorio del parque formando algo más del 75% de su extensión, caracterizado por albergar a la Posidonia Oceánica, un planta marina de suma gran importancia para el ecosistema, ya que favorece al mantenimiento de los bancos de peces y a la oxigenación de las aguas.
La fauna de ses Salines resulta muy variada, comprende numerosas especies de aves acuáticas como pueden ser los flamencos, el chorlitejo patinegro, la gaviota de Audouin o la pardela balear. Los zampullines cuellinegros se concentran en la laguna Estany Pudent de Formentera.
No olvidemos la parte terrestre, el Parque de ses Salines también es rico en dicho ecosistemas, buena variedad de especies terrestres están albergadas como pueden ser el lirón careto, la rata de sacoa blanca o lagartija pitiusa, una especie de lagartija endémica de las islas Pitiusas.
Yacimientos fenicios en sa Caleta, restos de torres de defensa a lo largo de todo el parque, junto a lo que es una herencia milenaria en la industria salinera, otorgan al Parque Natural de ses Salines el reconocimiento de la UNESCO. Es el legado de la historia viva de Ibiza traída al presente.