Supongamos que pudiste aprovechar el bajón de precios en inmuebles producidos por la crisis económica del 2020 o que eres un extranjero que tiene la posibilidad de invertir en España, y te enfrentas a esta decisión de alquilar o vender la propiedad reformada. Las dos opciones son consideradas como una gran idea para obtener cierta rentabilidad, pero debes tener en cuenta ciertos parámetros para descubrir cuál es la mejor para tu caso.
Hace unos años el Banco de España mostraba que la rentabilidad por alquiler podría ser del 4.6% más que los bonos del estado o cualquier depósito, sin tener en cuenta el pago de impuestos o reformas que estas implicaban, pero aún así sigue siendo mayor sobre todo en Barcelona o Madrid donde los precios por alquiler suelen ser más alto porque son los sitios más atractivos para los turistas y estudiantes. Ahora, podrías llegar hasta una rentabilidad del 7.6% en ciertas zonas e igual todo el proceso de alquiler es mucho más simple que el de compra-venta y tienes la tranquilidad de poder acceder a la casa para heredarla o simplemente cuando la necesites.
Sin embargo la venta de pisos tiene también varios puntos a favor y lo justo es que los conozcas:
Vender un piso te va a evitar tener que hacer ciertos pagos a largo plazo.
Ser casero implica ser responsable de ciertas reformas, pago de impuestos y trámites obligatorios.
Te permite acceder a una buena cantidad de dinero en poco tiempo.
Vender implica que recibirás una suma importante que te ayudará a pagar una casa nueva o simplemente para los demás planes que tengas, mientras que en alquiler deberás esperar varios meses para llegar a una cifra similar.
Una venta de pisos significa menos préstamos hipotecarios.
Si cuentas con una buena base monetaria para asumir los pagos de una nueva casa, no tienes que pedir tanto dinero a los bancos y de hecho, puede que como la suma sea menor, se más fácil acceder a las mejores hipotecas bancarias del momento.
Entonces en la cuestión de alquilar o vender parece ser más simple, pero también deberías conocer las desventajas de las dos partes.
Si la vendes:
Hay más trámites por hacer y más gastos implicados. Es más difícil encontrar compradores que inquilinos.
Si la alquilas:
Puedes caer con malos inquilinos que te provoquen más gastos que ganancias, siempre tendrás que seguir pagando el IBI y tener la responsabilidad frente a tu comunidad de lo que hagan tus inquilinos en ella. Puede que haya periodos de tiempo donde no sea tan fácil alquilar la propiedad y esto te traería pérdidas.
Esperemos que esto te dé mayor claridad para alquilar o vender la propiedad que estás pensando. Recuerda que según tu situación actual y tus propósitos con esta casa deben ser los factores más importantes para tomar la decisión acertada.